miércoles, 22 de octubre de 2014

Filandia y Santa Rosa de Cabal.

Viernes 10 de Octubre para la 1:00 pm ya estábamos en la ruta, una iguana salió para despedirnos y posó con su mejor lado para la foto.
Llegamos a Quimbaya y en la plaza principal encontramos la iglesia Jesús, María y José, misma que tiene en su frontis, un Cristo de casi 10 metros de altura. 

Recorrimos con algo de prisa sus calles centrales que lucían alegremente coloridas por la variedad de comercios. Allí encontramos el resorte para remplazar los del remolque que ya  se mostraban deteriorados por el sol.
Seguimos camino rumbo a Filandia, los paisajes siempre nos dejan con sentimiento de admiración por la madre naturaleza.
Repentinamente notamos en la cima de una colina una construcción de raro estilo, lucia como un objeto volador no identificado y la curiosidad se apoderó de nosotros. Sacamos nuestra cámara y con su potente lente pudimos captar esta fotografía.

Avanzamos y llegamos a la entrada del lugar donde se erigía la rara construcción y encontramos un letrero que en español e inglés daba la bienvenida al Mirador de la Colina. No pudimos visitarlo porque se encontraba en mantenimiento.
Desde ese mismo punto se lograban divisar las torres de la iglesia de Filandia, así que no desaprovechamos la oportunidad y las fotografiamos.
Filandia fue fundada en Agosto de 1878, su nombre viene del latín ‘Filius”, Hija  y “Andia”, Andes, queriendo decir Hija de los  Andes.  Se encuentra a 1.910 msnm. Y tiene una temperatura promedio de 18º Centigrados.
Desde las primeras calles de Filandia ya nos fueron llenando  de grata sorpresa y al llegar a su plaza central gozamos de la colorida decoración de sus construcciones.
En una de las casas esquineras frente a la plaza central encontramos un rótulo que da la bienvenida a los visitantes.
Otra bienvenida y aún más especial  la da una brujita desde  este  balcón…
En otra esquina, esta simpática toma de sus habitantes degustando su “tintico”.
Balcones preciosos desde los que no solo las flores sino también su gente, contemplan plácidamente la cotidianidad de su pueblo.
 
Ventanales adornados en sus exteriores con cenefas tejidas, dan un toque especial a Filandia.
Su plaza central, como en la mayoría de las de este hermoso país, hace homenaje al Libertador Bolívar.
La tranquilidad reina en Filandia y su plaza acoge a los que quieren sentirla sin reparos de ninguna índole.
Por contados minutos la plaza se llenó de niebla pero no fue motivo suficiente para que las cucardas de distintos colores no roben la atención de los que a la plaza llegan. Esta foto dedicada a la mami Dora, quien disfruta en su jardín, no solo del cuidado de las cucardas sino también de las rosas, gladiolas y orquídeas.
En el parque mismo, un mini Jeep Willys hace que los visitantes hagan una parada de rigor para tomar una foto.
El reto de cada día se cumple alrededor de las 5:00 pm cuando es hora de buscar lugar seguro para pasar la noche, así, esta vez los consultados por un consejo fueron un par de jóvenes  quienes nos aconsejaron buscar un estadero llamado Copacabana que quedaba en la afueras del pueblo. La buena suerte siempre nos acompaña y una vez más lo confirmábamos, pues el preciso momento que nos despedíamos de los jóvenes, llegaba al lugar el administrador de Copacabana… Suerte? Por supuesto y de las mejores. Iván Trujillo, el nombre de este gentil amigo con gusto aceptó ser nuestro anfitrión. Lindo lugar a su cargo, Copacabana cuenta con varias cabañas con capacidad para hospedar hasta 40 personas, además un lago para pesca deportiva y como actividades adicionales, senderismo y paintball.
El atardecer mostraba sus mejores colores así que Don Dino disparó…
Sábado 11 de Octubre el despertar fue con entonados silbidos de pajaritos del lugar, mas no salimos a mirarlos, nos quedamos abrazaditos en la carpa...
Después de un delicioso desayuno, pedimos una foto con Iván Trujillo  y Andrea Ramírez, esta última que es quien se encuentra al frente del Restaurante de Copacabana. Ella emprendió este negocio con su padre, llevaban apenas 8 días de haber tomado el restaurante a cargo. Les deseamos la mejor de las suertes.
Partimos entusiasmados hacia el nuevo destino, Santa Rosa de Cabal.
A Santa Rosa de Cabal se llega con ganas de saborear los famosos chorizos Santarosanos, iconos de esta población y reconocidos como los más deliciosos de Colombia, también reconocida por la variedad en su fauna y flora y  la riqueza en sus aguas minerales. Alrededor de las 3 de la tarde llegamos y la primera parada fue en uno de los parques icónicos del lugar, El Parque del Machete.
Además el punto de Información Turística está ubicado en este parque y allí acudimos en busca de ayuda. Visnu, una joven de personalidad espontanea nos dio información completa del pueblo y además la pista clave para que nuestra estadía en Santa Rosa de Cabal fuera inolvidable. Ella nos recomendó dirigirnos a la plaza central y buscar a Jackson Steven, un joven artesano apodado “Chayane” que podía orientarnos sobre un lugar para poder acampar. Seguimos su consejo y al parque fuimos a dar, hallar a Chayane no fue difícil, pues es propietario de un puesto de artesanías y resultó ser nuestro ángel… Apenas le consultamos de un lugar para acampar nos dijo: Pero como se les ocurre, ustedes son bienvenidos en mi casa…Nos llevó al puesto en el que su mamá ofrece una variedad única de dulces especiales y también las deliciosas obleas y  le dijo: Madre, ellos son mis amigos, los conozco de hace mucho… hoy se quedan con nosotros.  Aidé, como se llama la madre de Jackson, lanzó una mirada de incredulidad y terminó susurrando: ¡Claro, son bienvenidos!. Mamá Aidé mujer de carácter alegre, muy trabajadora  se convirtió rápidamente en nuestra cómplice.  La jornada de trabajo la tenían que ejecutar hasta las 9 de la noche, entonces mientras terminaban sus labores, nosotros recorrimos la plaza central en la que el monumento a Simón Bolívar tiene además una de sus frases célebres sobre el sueño que Bolívar jamás pudo ver cumplido.
El más popular medio de transporte en la región esta acondicionado en un vistosa replica en miniatura para hacer las delicias de los niños. Aquí posaron para nuestra cámara.
En la plaza central.
Terminadas las labores Mamá Aidé y Jackson nos llevaron a su casa con una buena comida y la sobremesa nos quedamos hasta casi media noche.


Esa noche, mamá Aidé encargó a Jackson madrugar a abrir los dos puestos de ventas, pues si no se abren a tiempo, pueden recibir una notificación con una multa. Con el fin de organizarse apropiadamente acordaron que ella lo despertaría a las 7:00 am, mamá Aidé quería quedarse en casa para brindar un desayuno especial a los aventureros. Mama Aidé durmió algo preocupada pues Jackson salió de rumba y llegó de madrugada, sin embargo con las primeras luces del día ella empezó a despertar a Jackson, eran apenas las 6:00 am… Jackson que no entendía porque de tanta prisa, solo refunfuñaba y repetía una y otra vez: madre, me estas perjudicando una hora de sueño, a lo que ella replicaba, nada de perjudicando, nada de perjudicando muchacho desjuiciado… Al cabo de tanto alegato, finalmente nos dimos cuenta que mamá Aidé, llevada por los nervios  y por no usar los lentes, confundió la hora en el reloj, pues pensó que eran las 7:00 am cuando eran apenas las 6:00 am. Nos reímos un buen rato con el asunto de la confusión, excepto Jackson que salió malhumorado y alegando! Jajajaja
Cuando llevamos a mama Aidé al parque, nos encontramos con un buen número de ciclistas que participaban en un torneo por las fiesta de la Virgen. A nuestro parecer, el ciclismo es una de las disciplinas más populares en Colombia, pues hemos encontrado un alto numero de ciclistas por todas las rutas del país.
Aprovechamos que la mañana estaba soleada y logramos esta otro foto con nuestros anfitriones. 
Para este domingo 12 antes habíamos programado la visita a las famosas termales de Santa Rosa y en verdad, nuestra “huesamenta” reclamaba recibir una dosis de aguas a altas temperaturas. Tras varias consultas, tratamos de asegurarnos que iríamos al balneario en donde hace muchos años Jairito aprendió a nadar y por más que nos esforzamos en lograrlo, terminamos en el lugar equivocado. Los términos “viejo y nuevo” pueden volverse confusos cuando los que imparten indicaciones no tienen buena memoria. Ante las circunstancias y después de recorrer algo como 20 kilómetros y llegar a los nuevos termales, decidimos disfrutar el día allí a cambio de regresarnos y conducir otros 40 minutos. Termales San Vicente  nos consintió y nos dio  la oportunidad de sumergirnos en aguas azufradas volcánicas de hasta unos 45 grados. Nuevos amigos, Doña Noemí, María Eugenia y su esposo Jaime hicieron que los minutos vuelen, lo divertido de la conversación sin lugar a duda tiene un efecto “exprés” en las manecillas del reloj.
Esa noche volvimos de huéspedes a casa de Mama Aidé y Jackson Steven y todavía nos reíamos con el anécdota de esa mañana.
Sobran las palabras para contarles de cómo nos atendieron mamá Aidé y Jackson Steven, ciertamente la humildad jamás podrá ser sinónimo de vergüenza, tampoco  una barrera, pues una vez más confirmamos que es más bien una virtud de  gente noble. Lunes 13 de Octubre nos despedimos de nuestros amigos con un fuerte abrazo y un hasta siempre. Muchas gracias por los mimos, muchas gracias por la hospitalidad.
Compartimos la ruta recorrida.

Por ahora es todo, nos vamos a seguir Disfrutando Sudamérica!

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