Lunes 20 de Septiembre,
llegamos a Medellín. Alrededor de las 3:00
pm llegábamos a la ciudad de la eterna primavera, con sus colinas pobladas, sus
anchas avenidas, su gente hospitalaria y orgullosa de su tierra, nos hicieron
sentir bienvenidos desde el primer instante.
Medellín, la Capital de la Montaña sorprende por su vertiginoso crecimiento que combina la belleza natural de su topografía y lo autóctono de sus costumbres. A la par de su auge económico, comercial cultural, científico gastronómico y de múltiples opciones de diversión, es una de las más apetecidas sedes para todo tipo de eventos deportivos, académicos, negocios, modas y artísticos.
Con algo de anterioridad habíamos consultado en nuestra guía física sobre dónde poder acampar en esta ciudad de 2’000.000 de habitantes. Nuestro libro nos refería una sola alternativa, el Parque Arví. Nuestro GPS fue marcado con esta referencia y el aparatito empezó a guiarnos, al poco tiempo de recorrido nos sentimos algo preocupados por las directrices del GPS que nos conducía por unas exageradas cuestas. Consultamos un par de veces para asegurarnos que no habíamos cometido algún error y la respuesta fue siempre: Van bien, sigan el cableado por donde va el teleférico, háganle que van bien…
Lo intentamos.
Por más que quisimos seguir las instrucciones del GPS nos detuvimos para consultar una vía alterna, pues querer subir la montaña por angostos caminos de doble vía, repletos de motociclistas y busetas de transporte público nos resultó más que frustrante, además, abruptamente las calles cambiaban de sentido lo que convertía el circuito en un complejo laberinto.
Consultamos una vez más y las nuevas indicaciones nos mandaron a seguir la autopista Medellín-Bogotá para luego hacer un giro a la derecha y llegar a nuestro destino.
El recorrido por la autopista nos tomó algo así como 40 minutos, pasamos por el Túnel del Occidente, un larguísimo túnel que atraviesa una de las montañas que circundan Medellín. Finalmente y sorteando un montón de angostos ramales bien pavimentados, llegamos al primer letrero que nos indicaba que finalmente estábamos en el Parque Arví.
El Parque Arví es una propuesta eco turística localizada en Corregimiento de Santa Elena, creada para el disfrute de toda la comunidad local, nacional e internacional. Un espacio de equidad y participación ciudadana, que mediante la construcción de una oferta turística organizada, permite consolidar una estrategia de conservación y promoción de las potencialidades y fortalezas del corregimiento, exaltando su riqueza cultural y ambiental, así como el patrimonio arqueológico, la tradición silletera, el emprendimiento de su gente y más, a través de una propuesta de turismo de naturaleza sostenible.
Con abundantes bosques de niebla es una de las riquezas naturales más importantes para el territorio, pues en el Parque Arví se conserva la calidad de las aguas que van a parar a los valles de Aburrá y San Nicolás, además, de ser el hábitat de flores, musgos, hongos, sarros, ranas, aves, mariposas y muchas otras especies que son de vital importancia para la conservación del bosque.
El parque Arví se desarrolla en 1.761 hectáreas pertenecientes a las Empresas Públicas de Medellín, en el que predomina el clima frío, 15ºC. su altura varía entre 2.200 y 2.600 msnm. Se encuentra a 18 kilómetros del centro de Medellín.
Apenas llegamos nos enamoramos del lugar por lo que de inmediato buscamos información para saber si podíamos quedarnos allí algunos días. Buscando información certera nos dirigimos hasta la estación donde llega el Metro Cable, sistema de trasporte público que facilita el acceso hasta esta maravillosa reserva. Nos indicaron que acampar allí, era perfectamente posible y nos indicaron como llegar hasta las zonas destinadas para ese propósito.
Antes de partir para acomodarnos, decidimos disfrutar de la estación.
Un atractivo vivero en el techo del canchón principal de la estación, puede ser admirado desde cualquier punto.
Y los aventureros posando para el recuerdo.
Dejamos la estación para dirigirnos a armar nuestra carpa en la zona destinada para camping, y en el exacto sitio que elegimos apareció éste hermoso “barranquero” a darnos la bienvenida.
Nos acomodamos en un kiosco que ofrecía también la posibilidad de cocinar en unos fogones-parrillas. Por las facilidades del lugar, el chef de inmediato se puso manos a la obra.
Fuimos los únicos en acampar en el sector y aunque la noche nos hizo sentir algo solitarios el martes 22 Octubre, amanecimos contentos.
El amigable pájaro volvió en la mañana para saludarnos, esta vez desde un árbol cercano a nuestra carpa, silbaba alegremente
Nos alistamos
rápidamente para poder disfrutar de lo que prometía el nuevo día. Un baño en
las cristalinas y heladas aguas del Chorro el Clarín para ponernos listos. Qué baño
tan frío nos dimos…
A bordo de La Nave nos dirigimos a visitar el Centro de Interpretación del parque, allí los colaboradores se preocuparon por saber detalles de nuestros planes y aconsejarnos de la mejor manera. Así, nos sugirieron que dejemos La Nave parqueada allí mismo en el parqueadero del Centro de Interpretación, que tomemos buseta para ir hasta Medellín y que al volver nos quedemos a acampar en esta zona con la finalidad de no estar tan alejados y solitarios. Tomamos todos los consejos, cómo no hacerlo viniendo de personas tan amables y conocedoras de la realidad de la zona. Diana, Fernando, Daysi y Norbert los 4 a cargo de esta estación nos hicieron sentir muy especiales.
Salimos rumbo a Medellín, una hora de recorrido en buseta y en primera fila, para una hazaña divertida especialmente para Don Dino que hacía medio siglo desde la última vez que uso medio de transporte público.
Empezó nuestra caminata por la desbordante, ágil, cautivadora y sorprendente ciudad de Medellín. Para el medio día, ya estábamos caminando las primeras cuadras de la urbe y nos encontramos ésta particular escena.
La fotografiamos no con el ánimo de querer mostrar una realidad preocupante de esta ciudad, más bien tiene el objetivo de exaltar la entrañable relación entre el amo y su perro.
La visita al Parque Berrio fue nuestra primera parada.
Ubicado en pleno corazón geográfico de la ciudad, es un centro fundacional, un ícono urbano, históricamente quizá el más significativo de la urbe, donde los antioqueños han confluido y considerado por generaciones como principal lugar de encuentro y como principal referente de su ciudad frente a locales y foráneos.
A pocos metros, el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, imponente construcción de estilo gótico construida por el arquitecto belga Agustín Goovaerts, entre 1929 y 1937.
Fue sede de la Gobernación de Antioquia por varios años y ahora alberga la Dirección de Cultura de Antioquia, el Archivo Histórico, la fonoteca, la biblioteca, el centro de documentación, la galería de arte y la sala museo ‘Rafael Uribe Uribe’.
Su cúpula sirve de auditorio para la proyección de cine y actividades artísticas. Las exposiciones de arte, cine, teatro y talleres artísticos son permanentes.
Al pie,
la Plaza Botero, que en sus 7.500 m2 exhibe 23 esculturas del maestro de la
plástica, Fernando Botero, dos fuentes de agua diseñadas por el propio artista
y bonita arborización hacen honor a este artista antioqueño.
Decidimos
esperar para poder visitar el Palacio de la Cultura que lo abrían a las 2:00 pm
así que, después de almorzar nos tendimos bajo la sombra de un árbol en este
icónico parque de Medellín.
A las
2:00 pm. puntuales nos dirigimos al Palacio de la Cultura, allí tuvimos la
suerte de ser guiados por el Arquitecto Andrés Begué. Andrés es el afortunado
arquitecto encargado de la remodelación del edificio y nos compartió
información curiosa sobre el ahorro de energía eléctrica que han logrado después
del recableado total de sus instalaciones, automatización y el arduo trabajo en
instalaciones sistematizadas e inteligentes. Además nos condujo por los
pasillos de este inmueble y nos fue contando anécdotas históricas del mismo.
Estas fotos
logradas desde la terraza misma del Palacio de la Cultura.
Al despedirse nos proporcionó su número de teléfono para que lo contactemos si necesitábamos algún tipo de ayuda. Mil gracias.
Luego nos dirigimos al Parque Explora, centro interactivo que abre las puertas de la ciencia y la tecnología a todo aquel que disfrute con los inventos y los avances de la humanidad.
Y que coincidencia, Don Dino encontró el anuncio de que sus congéneres estarían visitando pronto el Parque Explora.
Luego visitamos el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, espacio dedicado a la naturaleza y biodiversidad.
Cuenta con un lago artificial, un Orquideorama, una estructura inspirada en formas orgánicas, evidenciadas con la construcción en acero, de 10 árboles-flor, que forman un escenario cubierto de 5.000 m2. Cabe mencionar que la orquídea es la flor emblemática de Colombia.
Una cafetería para saborear el delicioso café colombiano funciona en un viejo vagón
Alrededor de las 5:00 pm empezamos el retorno a “nuestra montaña” como decidimos llamar al Parque Arví, pues sería nuestra casa por algunos días. Llegamos pasadas las 7:00 rendidos de tanta caminata. El guardia nocturno supo acomodarnos de la mejor manera y a solicitud nuestra nos facilitó un espacio bajo techo, nos permitió conexión a energía eléctrica, agua y WiFi. Mientras nos acomodábamos, un hermoso “vagabundo” de nombre Lucas nos acompañaba. Era un perro callejero que hacia 4 días había llegado hasta el parque y los mismos del equipo de trabajadores antes mencionados, decidieron acogerlo y él también aceptó quedarse con ellos. Ahora también era nuestro amigo.
Miércoles 22, aunque amaneció frío, al Chorro el Clarin fuimos a bañarnos. Qué aguas tan heladas…La Bruja de rato en rato exclamaba: Ayyy Dios mío, que no me mate este chorro tan frío… Ayyy Santa Catalina, tengo la piel de gallina… jajajajaja
Qué alegría, cuando llegamos a la zona de camping encontramos a una amable señora que vendía “tinticos calienticos”, creo que la Bruja se tomó dos termos… Don Dino, cual valiente Dinosaurio, ingirió gaseosa y comió biscocho. Doña Estela se volvió nuestra proveedora de desayunos cada día después del baño y nuestra amiga.
Nuevamente listos para ir a visitar Medellín otra vez en buseta, pero ahora elegimos la última fila de bancas, llegamos más sacudidos que de costumbre…Dedicamos un par de horas a tratar de encontrar las pastillas delanteras para La Nave, sin resultados positivos y luego nuevamente a caminar para explorar la urbe.
Llegamos a la Estación Antiguo Ferrocarril de Antioquia, misma que en su interior guarda aun una locomotora construida en el siglo XIX. La estación hoy restaurada alberga instituciones públicas y privadas.
En la parte de afuera, un monumento al cubano Francisco Cisneros precursor del Ferrocarril de Antioquia.
La fotografía al monumento en la Plaza de la Gobernación, no podía faltar.Otra fotico sobre la Avenida San Juan y con el edifico amarillo de especial construcción que luego nos serviría de referencia para orientarnos.
Visitamos también el Edificio Inteligente de Empresas Públicas de Medellín, considerado como icono de la Medellín contemporánea. Esta edificación se encuentra rodeada de zonas verdes. Su atractivo se centra en el nivel de automatización de las instalaciones y el diseño funcional y novedoso.
Al frente a este, se encuentra el Parque Pies Descalzos, uno de los espacios públicos más visitado de la ciudad. La adecuación de espacios y senderos para caminar descalzos lo ha convertido en uno de los escenarios preferidos para quienes buscan esparcimiento en medio de la actividad cosmopolita.
Allí nos encontramos con una explosión de alegría, un grupo de niños que simplemente gozaban de uno de los tesoros de la naturaleza, el agua…
Cerca de las 6:00 pm retornamos a “nuestra montaña”. Allí nos esperaba Norbert el amable guardia y también Lucas. Ambos fueron compartidos de algunas golosinas con las que llegamos, pero el más feliz de todos, indudablemente Lucas. Esa noche se quedó fuera de nuestra carpa por largos ratos y de vez en cuando hacía intento de entrar para dormir con nosotros…Los aventureros durmieron como si hubieran participado en una maratón, cansados, re-cansados de tanto caminar.
Jueves 23 Octubre amaneció lloviendo, pero la responsabilidad del tomar un baño es ineludible, así que a las frías aguas del Chorro el Clarín… La Bruja casi se parte… Esta vez ya no invocaba a nadie, solo gemía…Mientras Don Dino hasta espantaba la fauna de la zona pues enjabonado parecía el monstruo de las nieves.
Terminado el baño nos dirigimos por el sendero de regreso y quedamos sorprendidos de ver como en unos 40 minutos había llegado un equipo de más de 50 trabajadores y montaban un gran escenario en medio de ese paraje natural hermoso.
Cámaras de gran potencia para la filmación, una planta generadora de energía de 20 KV, luces, mesas, vestuario, en fin, un estudio completo de grabación móvil.
Los vehículos que transportaron todo el equipo humano y técnico.
Nos contaron que se trataba de la grabación de un capítulo de un “reality show” que pronto se estrenará en Colombia: La Prueba El juego del Sabor, producción de Caracol TV y que promete un altísimo ranking a nivel nacional.
Nosotros decidimos hacer nuestro propio reality show de un solo y único capitulo: Nuestro desayuno, Jairito ganó el premio, no tuvo que lavar ninguna vajilla.
Volvimos en buseta a Medellín,
buscamos esta vez las filas delanteras para proteger nuestros riñones. El paseo
nos dirigió al Parque de Bolívar. Una hermosa estatua en su honor se levanta en
mitad de la plaza. La placa frontal dice: Bolívar Libertador de Colombia,
Venezuela, Ecuador y Perú. Fundador de Bolivia 1.783 – 1.830.
La placa por otro de sus costados.Y una más.
Habrán notado que en cada ciudad y pueblo que hemos visitado, su plaza o parque principal es en honor al Libertador, ciertamente hay un fervor cívico muy bien inculcado desde los primeros años de educación en cada uno de los colombianos, se siente el orgullo especial que cada uno demuestra cuando al Libertador se refieren.
Por uno de los costados de la plaza se encuentra la Catedral Basílica Metropolitana, de estilo románico, que fue construida en 1.875 y 1.930.
Luego nos detuvimos a mirar el río Medellín o río Aburrá de notoria importancia en el desarrollo de esta urbe, el metro de la ciudad sigue la silueta del río y solo se separa de él cuando entra en el centro de la ciudad. Se encuentra canalizado en su mayor parte.
Nuestra próxima parada, El Cerro Nutibara en donde se encuentra el Pueblito Paisa que se construyó en 1978 para recrear la apariencia de los pueblos antioquenos de comienzos del siglo XX. La plazoleta y sus edificios clásicos como la alcaldía y la iglesia evocan la vida cotidiana de aquella época.
El Cerro Nutibara es uno de los 7 que rodean a Medellín, desde este se logra una vista panorámica de la ciudad. Algunas fotos desde este mirador.
Aquí se encuentra el monumento en homenaje al Cacique Nutibara al lado de su compañera Nutabe, un puma bajo su pie como símbolo de arrojo. El cacique Nutibara fue un monarca comandante de varios caciques que residió en el valle de Guacá y desde allí gobernaba toda la región hoy comprendida por Medellín, Sabanalarga, Buriticá. Cañasgordas y otros municipios.
El Museo del sitio
brindaba la posibilidad de admirar una exposición fotográfica.
Excelente decisión
tomamos.
Encontramos a un doble de Jairito, miren no más el parecido de Jairito con el Sr. Duperly.
Tomamos los buses
articulados en primera fila, toda una experiencia para Don Dino y nuevamente en
la buseta hasta “nuestra montaña”. Llegamos alrededor de las 8:00 pm y Lucas
saltaba de la alegría por tenernos de regreso. Qué felicidad la nuestra al
poder acariciar este animalito ávido de cariño.
La segunda parte de
nuestra experiencia en Medellín en el siguiente capítulo, no se lo pueden
perder, ya volvemos nos vamos a comerciales… jajajaja
Eso es todo por ahora
nos vamos a seguir Disfrutando Sudamérica.
Se disfruta a cada momento la descripción de todos los sitios donde están, la gente que conocen y hasta Lucas que también los cautivó con su esa necesidad de cariño. Que bueno primos todas las vivencias que están teniendo y las amistades que van encontrando. Un gran agrazo. Gloria Stella
ResponderBorrarGracias Glorita querida, los buenos deseos de todos ustedes con seguridad ayudan a que nuestras vivencias sean placenteras. Te recordamos con mucho cariño. Un abrazo.
Borrar