miércoles, 5 de noviembre de 2014

Santa Rosa de Osos, Puerto Valdivia, Cereté.

Lunes 27 de Octubre volvimos a la ruta rumbo norte después de varios días, así nuestra primera parada fue en Girardota, reconocida en todo el país por la imagen del Señor Caído, imagen que se encuentra en la catedral y a la que se le atribuyen decenas de milagros. Es una obra de arte quiteño traída al Girardota hace más de 200 años.
 
 Un hermoso pulpito elaborado en mármol.
  Ocho lámparas de esta magnitud alumbran el interior de la iglesia.
 Seguimos camino, el constante ascenso por las colinas seguramente hace que varios muchachos como estos, arriesguen su seguridad con tal de ganar tiempo, o será que lo hacen simplemente por pura diversión…
Los paisajes de cafetales habían quedado atrás, ahora disfrutábamos de contemplar enormes pastizales dedicados a la alimentación del ganado vacuno para producción de carne y leche.
Las reses y los pastizales enmarcan un agradable paisaje campestre, a esto sumamos la amabilidad de su gente haciendo de toda esta región un atractivo turístico de importancia.
Gran cantidad de empresas y campesinos radicados en esta zona están dedicados a la producción lechera pues es el eje de la economía de la región.
Llegamos a Santa Rosa de Osos, ubicada a 2.581 msnm. Su nombre en homenaje a la memoria de Santa Rosa de Lima y a los osos de anteojos que abundaban en la zona.
La Catedral de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá construida en 1.866, con estilo ecléctico.
Alrededor del parque funcionan las dependencias de la alcaldía precisamente en el  Edificio Pedro J. Berrio.
 En el interior del edificio Berrio, captamos este patio interior meticulosamente cuidado.
 Por otro costado del parque, la casa de las palomas.
 También la Escuela Normal Superior con detalles arquitectónicos admirables.
Otro atractivo turístico de Santa Rosa de los Osos es sin duda la Basílica Menor de Nuestra Señora de las Misericordias, de estilo gótico y construida entre 1.950 y 1.962 como pago de una promesa del monseñor Miguel Ángel Builes. Se destacan las ojivas de sus naves laterales y una aguja central con 64 metros de altura.
Hicimos algunas consultas para lograr la posibilidad de encontrar un lugar para pasar la noche, los resultados no fueron favorables. A eso de las 5:00 pm decidimos avanzar por la vía a Entrerríos, sin embargo no habíamos conducido ni siquiera 5 minutos cuando divisamos el lugar ideal. Una pequeña casa con un garaje cubierto en el que podíamos acomodarnos. Nos detuvimos, la  puerta y ventanas cerradas nos dieron la sensación que no había nadie allí, sin embargo tocamos la puerta y salió un señora de aspecto amigable. Le pedimos nos deje acomodarnos en su garaje y asintió con gusto. Doña Lilia Amparo y sus dos pequeños hijos, Kevin David y Xiomara nos acompañaron mientras armábamos el equipo, nos ofreció cafecito y nos comentó que su esposo llegaba del trabajo alrededor de las 6:00 pm.
Cesar Augusto, el esposo, llegó cerca de las 6:30 pm. Su cara denotaba algo de cansancio, sin embargo al enterarse de nuestra visita, nos dio una cordial bienvenida, nos invitó a pasar a la casa y sentarnos a su mesa.
No era solo su aspecto cansado, era real cansancio, mismo que lo mitiga con unos cuantos cigarrillos. Se desempeña como mayordomo en una de las fincas lecheras de la zona. Todos los días se marcha a las 3:30 am para en conjunto con 3 compañeros más, iniciar labores, el primer ordeño. Regresa a su casa dos veces al día, la primera a las 9:30 am, para “poner algo en el estómago”, como lo dice él, después de lo cual regresa a la finca a seguir trabajando y vuelve a salir a la 1:00 pm para almorzar. A eso de las 2:00 pm ya está en la finca otra vez y generalmente hasta las 5:30 pm cuando terminan con el último ordeño.
Mientras Cesar Augusto nos compartía como se desarrollan sus días y otros pasajes de su vida, Dona Lilia Amparo llegó a la mesa con la cena lista. Una deliciosa sopa de frejoles, arroz, carne asada y plátano maduro. El agua panela no faltó. Muchas gracias a ustedes por la hospitalidad y generosidad. Son éstas experiencias las que nos conmueven, las que nos animan a esforzarnos por ser mejores seres humanos, más ‘humanos”.
La fotografía para el recuerdo.
 Al día siguiente Doña Lilia Amparo y los niños debían salir a las 5:30 am para un paseo escolar hasta Medellín, así que la sobremesa fue corta, todos tenían que madrugar.
A pesar que dormimos a borde de carretera, dormimos sabroso, no supimos si hubo tráfico o no, pues Morfeo se apoderó de nuestros cuerpos, del consciente y del inconsciente también…  Alrededor de las 8:30 am. Empezamos a recoger nuestro equipo y ya cuando casi finalizábamos nos dimos cuenta que casi olvidamos hacer la foto.
Cuando nos aprestábamos a salir, llego a “poner algo en el estómago” Cesar Augusto y por supuesto salió a brindarnos agua panela calientita.
Muchas gracias amigos, que la vida les devuelva con creces lo que nos brindaron. Aunque en ningún momento sentimos por parte de Cesar Augusto inconformidad por la pesada carga de trabajo que desempeña, nosotros desde acá, le auguramos nuevos y buenos vientos, que su situación laboral mejore para que pueda llevar una vida más suave.
Martes 28 Septiembre, continuamos camino hacia el norte y nos detuvimos cuando encontramos, a la vera del camino, esta particular escena: El cabezal de un camión, con la imagen de un hombre al volante, al centro un niño y al otro costado, la imagen de una mujer, parecía la imagen de la virgen…
Intrigados empezamos a preguntar y la respuesta se resume en lo siguiente: Es un homenaje y acto de veneración a La Virgen del Carmen, patrona de los conductores. Vaya singular forma de veneración…
Continuando notamos que desde una parte de la carretera nos permitía una bonita vista del próximo poblado: Valdivia.
Valdivia, su nombre hace honor al conquistador español Andrés de Valdivia. Se encuentra a 1.100 msnm. Una concurrida plaza central, rodeada de cafeterías y negocios diversos que con seguridad son la razón para el constante flujo de personas.
Las cúpulas plateadas de su iglesia ubicada en la plaza central pueden ser divisadas a varios kilómetros de distancia, causando una natural curiosidad por visitarla.
Nuevamente en el camino y esta vez nos percatamos de una realidad nada agradable.
Familias enteras que viven al margen de la carretera en casas en las que sus paredes son de plástico…Qué mundo tan injusto…
 Más adelante, debido a trabajos en la vía, nos vimos obligados a efectuar una parada de casi 2 horas, por esta razón al llegar a Puerto Valdivia, decidimos pasar la noche allí, pues la tarde estaba avanzada y cumpliendo una de las normas de esta aventura, “la de no conducir en horas de la noche”, nos dispusimos a la búsqueda del lugar para pernoctar.
No fue difícil, en una de las casas al margen de la carretera encontramos el lugar para nosotros. Dos señoras, (suegra y nuera) trataban de refrescarse a la sombra del pasillo frontal de la casa y fue a ellas a quienes solicitamos el permiso correspondiente. Con muy buena disposición nos dieron luz verde y de inmediato nos acomodamos.
Para las 6: 45 estábamos listos, así que decidimos salir a caminar por el pueblo aunque el calor era simplemente, agobiante.
Poco atrayente Puerto Valdivia, sus calles llena de bares a media luz y un tráfico intenso por la avenida Panamericana que pasa por pleno pueblo, contribuyen a un pueblo de aspecto lúgubre y ruidoso.
Nos retiramos a descansar, mas los intentos que hicimos fueron vanos, el calor, los sonidos de camiones, mulas, motos y la música de los bares se confabularon para hacer de esa noche, nada placentera.
Amaneció y nos alegramos de saber que podíamos continuar camino.
Este fue el lugar donde aprendimos como suenan todos los escapes de los diferentes vehículos de transporte…
Miércoles 29 Septiembre, en la ruta encontramos encontrarnos innumerables  chorros de agua de este tipo. A la vera del camino se apostan jóvenes y adultos en el afán de lograr conseguir clientes que quieran lavar sus vehículos allí.
Otra parada la hicimos para tomar una foto de estos termiteros o nidos que construyen las termitas como refugio para vivir, reproducirse y almacenar su alimento. Están compuestos por diferentes cámaras galerías construidas bajo el suelo o como en este caso, en un montículo de tierra que puede alcanzar grandes dimensiones. En la región caribeña de Colombia se puede encontrar con facilidad esta especie de hormiga blanca.
Vaya anuncio este otro… les pasamos el dato por si acaso alguien tiene interés de contactar a los dueños para adquirir un caimán como mascota… jajajaja

A media mañana ya estábamos en Planeta Rica, con un territorio mayormente plano, pues los puntos más elevados alcanzan 87 msnm. Este pueblo a diferencia de Puerto Valdivia se ha desarrollado más organizadamente y logra captar viajeros que se movilizan desde el interior hacia la costa Atlántica, pues con la buena oferta de lugares de hospedaje, se ha convertido en el punto clave como parada de descanso.
La iglesia de Planeta Rica, a pesar de su amplitud fue construida con un estilo arquitectónico contemporáneo y sobre todo un estilo modesto.
 

Montería nos recibió con un clima de  34ºC. Su población de alrededor de 430.000 es orgullosa de estar asentada en uno de los valles más fértiles del mundo, además posee una riqueza cultural especial por la mezcla de diferentes tribus indígenas con extranjeros y afro descendientes, mezcla que ponen un sabor especial a esta ciudad, capital del departamento de Córdoba.
Grandes fincas con hatos ganaderos y extensos cultivos de algodón, arroz, plátano, yuca entre otros hacen aporte para el fortalecimiento económico de esta urbe.
Del paisaje urbano se destaca el Parque Longitudinal Ronda a orillas del enorme Rio Sinú.
Su iglesia, la Catedral de San Jerónimo.

El monumento homenaje a Simón Bolívar con la siguiente cita:
“Soy capaz de consagrar a mi patria, hasta mi honor mismo, deshonrándome sobre sus aras, como una víctima”. Simón Bolívar.
Recorrimos sus calles abarrotadas de comercios y decidimos salir en busca de nuestro refugio para la noche. En la salida y vía a Cereté, paramos al divisar un casa de dos plantas, que lucía como si fueran dependencias de alguna empresa. Rodeada de amplia zona lastrada y dos canchones cubiertos, pensamos que era allí donde queríamos pasar la noche. Llamamos y salieron a atendernos dos jóvenes profesionales, cada uno representante de una de las dos empresas que en esa casa funcionaban. Uno de ellos Cristian, mirándonos con amabilidad nos llevó a la finca que colindaba con esta casa, pues él la tenía arrendada. Llamó al guardián y lo instruyó para que nos acomodara en los kioscos de los jardines. Cesar Augusto, el guardián, siguió las instrucciones y se aseguró de que gocemos del frescor que emanó el gran ventilador sobre la carpa y obviamente nos proporcionó energía eléctrica y servicio higiénico.
Qué buena noche de descanso tuvimos, recuperamos sin lugar a la menor duda todas las energías que perdimos en la lucha con los espantosos sonidos de los escapes en Puerto Valdivia. No solo que dormimos frescos, sino también seguros y muy cómodos.
Muchas gracias Cristian, con su amabilidad nos permitió conseguir una noche recuperadora.

Cesar Augusto (54) y su joven esposa (19) llevan juntos 8 años, su hijo mayor de 6 años y el menor de 4, viven en la propiedad, se encargan de vigilarla y mantenerla en buenas condiciones.
Jueves 29, salimos rumbo a Cereté, pueblo bañado por el río Bugre, un brazo del río Sinú que se bifurca hacia la margen derecha para llegar a la Ciénaga Grande del Bajo Sinú.
Uno de sus puentes.
Cereté se alista a celebrar las fiestas decembrinas con arreglos coloridos a lo largo de las orillas del río.

En materia de arte y cultura, folklor y tradiciones, Cereté es la sede de importantes eventos anuales, como las tradicionales corralejas, fiesta popular en la que, en una plaza de toros, se lidia un toro a la vez, también el Festival Nacional de la Cumbiamba y el renombrado Encuentro Nacional de Mujeres Poetas.
De aquí para Santa Cruz de Lorica.
Compartimos la ruta.
 
Eso es todo por ahora, nos vamos a seguir Disfrutando Sudamérica! 

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